El sábado 3 de julio estaba un día festivo para la escuela de vida. En Nena Casas entre 150 y 200 personas celebraban la inauguración definitiva de la casa de espiritualidad Sant Felip Neri en Barcelona.
Su objetivo espiritual universal, cultural y interreligioso estaba aclarada para Berta Meneses. Una lectura del evangelio aclaraba que hay un agua que quita la sed de nuestros deseos limitados para siempre, lo que queremos evocar y crear en la casa.
Un choro daba al conjunto un atmósfera festivo de alegría.
en procesión hacia la bendición
La participación de cada uno se consolidaba en la bendición del agua, guiado por Alfred Matas, repartido después entre las diferentes delegaciones de la congregación de Sant Felip Neri.
El todo se regaba con bebidas muy frescas, pequeñas galletas saladas y olivas. Era un ejemplo de ceremonia en el cada uno podía reencontrarse y sentirse integrado. Aunque la forma tenía sus raíces en ritos conocidas, estuvo abierta hacia un espíritu más auténtica y más original y giada a la participación de cada uno. El todo fue enmarcado de flores, paneles explicativos, bueno humor de todos que participaban y un sol radiante, confirmacion celeste para un futuro lleno de éxit.
