Hemos empezado con la mudra de la revelación (8 veces), puestos en circulo.
Después, sentados hemos hecho una meditación por ayuda de la respiración y su expansión, integrando la luz de nuestro ser superior en conexión con el centro del alma arriba de nuestra cabeza, desde nuestro corazón, con el flujo del sangre, en cada célula y átomo del cuerpo, dejándola después expandir fuera nuestro cuerpo denso. Finalmente, dándonos las manos, nos hemos unido en la luz de cada uno, dejando influirle entre nosotros, permitiendo formar un centro de unión luminosa entre nosotros.
A este momento de unión nos hemos levantado. Nos hemos puesto alrededor de una cama sobre cual se ponía la persona en cuestión. Desde este momento funcionaba solamente como instructor del camino de unión solidaria para que su luz se mantenga non obstante la libre aportación de la luz de cada uno. De seguida, cada uno empezaba a funcionar en igualdad y en respeto fraternal como instructor de unión a su torno y a su manera, aportando, por sus actos y palabras, su servicio propio a la armonía del conjunto por medio de la participación activa de la persona tumbada en el centro.
Había traído papeles con las colores del arco-iris. Pedía cada uno poner, como lo sintiere, un papel (significado de su servicio propio y talento) sobre el cuerpo de la persona tumbada. Así hecho (enzima del significado estricto de las colores en relación de los chakras), era como los cuerpos de la persona tumbada empezaban a indicar que color necesitaban y en que lugar, revelando la naturaleza de su desarmonía. Lo comunicábamos entre todos y la persona tumbada, cambiando los papeles. Guardando un silencio sagrado de respeto mutuo, nuestra unión venia más y más intenso. Permitía progresivamente ajustar los papeles según que su cuerpo se armonizaba. Poco a poco se creaba más coherencia entre nosotros y sus cuerpos. Pues, la persona tumbada nos permitía entrar en las dimensiones superiores astral-mental-espiritual. Se contactaba así con los médicos del cielo. Ellos explicaban a ella lo que estaba pasando. Escuchando lo que sentía, hemos quitado los papeles y empezábamos a trabajar a sus cuerpos siguiendo lo que se indicaba más directamente a través de nuestras manos. Un momento dado el cuerpo de la misma persona empezaba a entrar en un reajuste de sus diferentes capas. Después haber sentido calor, mostraba el temblar como después de un choque. Poniendo una mano sobre sus manos se calmaba. Permitió, según la comunicación de los médicos del cielo a la persona tumbada, que ellos podían hacer su trabaja de iluminación en las sombras de sus cuerpos desde el plan espiritual con nuestro ayuda. Aportábamos y intensificábamos la luz de sanación, juntando y elevándonos por nuestro unión los mundos terrestres y celestes para constatar que dimos una repuesta a las llamadas de los médicos del cielo. Así se liberaban (transformaban) las sombras de los cuerpos sutiles de la persona en cuestión. Se mostraba en fin por la entrada de nueva energía que sentía como corrientes fríos. Las causas de su enfermedad recibían así la luz de sanación, sobre todo al nivel astral y mental (frustraciones, remordimientos, culpabilidad, falta de comprensión, responsabilidad exagerada) donde hemos hablada con ella el día antes como preparación.
Terminando, la persona tumbada se levantaba poco a poco con nuestra ayuda, mareándose. Pues hemos envuelto la persona con una manta y hemos comunicado, bebiendo agua, lo que hemos vivido, terminando con un abrazo de felicidad. Non obstante nuestras diferencias de acercamiento y de formación, había ningún dominación en la aportación de cada uno, pero un respecto mutua total. Cada uno proyectaba sus intervenciones en la armonía de la unión con todos, en la forma, según el impulso propicio del momento, con la intensidad justo y por medio de una comunicación solidario, encima de los límites de sus conceptos y técnicas suyos. No había ninguna que tenía a probar o mostrar algo. Estaba un reajuste mutuo y continuo que nos transformaba a todos.
Nos hemos dado cuento que algo milagrosa había pasada. Nos sentimos elevados en dimensiones de vibración más sutiles, ligeros, luminosas y apacibles. Se notaba que el aura de cada uno se intensificaba volviendo más blanco hasta radiar esplendor según que la testimonio de quien podía verlo.
No hemos puesta ninguna pregunta o palabra sobre la sanación al nivel físico. No teníamos como objetivo de querer sanar, sino de estar al servicio de crear un campo de unión propicio a la persona en cuestión y su proceso de sanación. Confiábamos en el trabajo de unión que hicimos. Creo que estaba más importante de superar mutuamente a nuestras creencias y comportamientos limitadas, compartiendo nuestra unión, que querer cambiar la forma exterior de esta persona o de crear por aspiración espiritual una tensión de elevación.
Me doy cuenta que en verdad estaba una armonización por medio de la naturaleza divina de nuestras almas. Tenía sus efectos sanador no solo en la persona en cuestión pero también en cada uno de nosotros. Salimos todos de la experiencia aliviados con una alegría sagrada y luminosa.
Siento ahora que los efectos más físicos para cada uno de nosotros se mostraran según el nivel del cambio de la consciencia de cada uno de haber entrada en una unión interior y exterior. Interiormente depende de la armonía realizada entre los diferentes capas corporales de nuestra alma en sus dimensiones o cuerpos de encarnación. Por su unión luminosa alcanzamos nuestro arquetipo de luz (que se refleja en nuestro pericardio). Esta siempre conectado con las fuentes de vida por medio de nuestro corazón. Estaba un trabaja ascensional de liberación vibratoria. Cambiaba la cualidad vibratoria de las relaciones entre nuestros cuerpos. Se volvían mas justos y transparentes.
Nos llevaba a través una transmutación (aceleración atómico-celular), transformación (armonización de relaciones energéticas) y transfiguración (intensificación de la conciencia del espíritu, de sus relaciones multidimensionales y sutiles corporales) por cual nuestros diferentes cuerpos se unen en un solo vestido blanco de esplendor de radiación: el cuerpo glorioso de victoria (de la vida sobre la sombra y la muerte). El todo estaba sostenido, alimentado y levantado por la luz de unión crística entre nosotros liberando la fuerza de amor incondicional que necesitábamos para que todo fluyera de manera correcta.
En consecuencia, estaba también una abertura de la puerta de la resurrección de nuestro espíritu y de la memoria de sus experiencias de vida encima de la muerte.
Sentimos todos una plenitud y felicidad profundo como la persona en cuestión mismo. Pues hemos celebrado nuestro trabajo en la gracia de una cena de abundancia en cual cada uno aportaba e suyo. Estaba una experiencia de nuestra misión de crear la perfección viva en un alegría sagrada.
Eso me confirmaba que no creamos el nuevo intentando a elevar nuestra vibración (como el Kundalini) hasta un nivel que ya no conocemos por falta de experiencias preparatorias y de comprensión de nuestras relaciones con nuestro entorno. Nos parece imposible poder mantener la nueva tensión por falta de coherencia o haber suficientemente preparado la confrontación con nuestro entorno interno y externo. Elevarnos supone liberarnos de las sombras de nuestros condicionamientos y conceptos viejos para estar suficientemente libre y abierto de conciencia para entrar en una vibración colectiva más luminosa sin perderse en el deslumbrar de nuestras aspiraciones. Nos faltan entonces nuevas formas de avanzar, de liberar y de relacionar para comunicar nuestra unión, liberando realmente una alegría profundo, total, sagrada. Sino surge el efecto desagradable de caer después en el contrario por el hecho de no tener suficientemente de raíces para mantener la tensión de la fuerza de nuestra ascensión. Es la lección de nuestras experiencias en el pasado. Conocemos el árbol a sus frutas. Si no crece falta dar abono adaptado a sus raíces o cambiarlo de su sitio.
Nuestra vibración individual y colectiva se hace, permanece y continua a elevarse de si mismo cuando hay "concurso concreto" de armonía en unión con nuestro interior y nuestro exterior. Es necesario crear un campo común de interactividad en cual cada uno puede comprender y actuar de manera libre y adaptada (como funcionan los órganos de nuestro cuerpo según el servicio al cual llama la unión de nuestro espíritu). Eso nos parece el sentido de la verdadera compasión. Es la acción de nuestra abertura mutual hacia la luz del Espíritu de Verdad. En realidad, que podemos realizar desde nuestra forma individual encarnada?
Las plantas en mi jardín me lo han enseñado y me lo enseñan cada día mas. Mi jardín esta venido realmente un laboratorio multidimensional con un efecto de ascensión multidimensional sobre les que lo han creado y que lo visitan. Nos instruye no solamente en concreto como la iniciación en la cuarta dimensión se hace. Al mismo tiempo, a través el respeto elaborado entre las relaciones de los elementos en el jardín, el jardín nos viene como un libro abierto de la vida. Nos da los señales de lo que esta pasando, pero también donde y como vamos. Muestra también el potencial del plan divino.
El domingo que hemos pasado estaba finalmente como una síntesis de luces diversas (arcoiris) que equilibraba y iluminaba nuestro sexto chakra con el corazón para conducir a una forma de coronación (una abertura y unión de nuestro chakra coronal) por cual la luz de verdad del Espíritu Crístico de nuestro ser superior se unía de manera más intensa y completa con nuestra el alma, alineando todos nuestros chakras. Es como el diafragma de luz que forma nuestro chakra coronal se abría mas provocando un poco de tensión sobre el cráneo como si recibimos una corona.
Gracias a todos que han permitido de vivir este milagro de unión (se llama también sínesis, o al nivel físico kínesis espiritual) al mismo tiempo con los médicos del cielo. Se manifiestan si aceptamos entrar en la luz de unión porque hacen parte del nivel colectivo de la unión con el Espíritu Crístico. Solo nuestra unión en la luz del Espíritu de Verdad nos pone en la camino de nuestro ascensión divina.
Que muchos puedan comprender y entrar y sanarse en esta unión de la Luz de Verdad.
Este convivencia estaba como un diamante de luz transparente. Las perlas de luz se dan solamente a cuales que pueden respetarlas y valorizarlos.
Vuestro hermano Hubert (Sople de la Osa Menor)
Hominorum Instructor Sintesis (
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