(después de la estancia en Irún en mayo de
2014)
Durante las últimas semanas nuestra atención era atraída por la
naturaleza de nuestra relación con el tiempo (clima). Desde la noche de los
tiempos había personas, como los chamanes, que tenían la reputación de tener
una influencia sobre el tiempo invocando al sol, llamando a la lluvia o
desviando amenazas mediante rituales. La Biblia nos cuenta cómo Jesús aliviaba una tormenta.
La explicación simple es que todo
es interactivo. El ser humano selecciona naturalmente según su estado de
consciencia y su sensibilidad las ondas y su radiación mediante su percepción.
Puede polarizarse a veces hacia las ondas positivas, creativas o luminosas, a
veces hacia ondas indeterminadas, destructivas o negativas. Por su conciencia,
puede educarse para rectificar sus condicionamientos de selección y crear el
terreno propicio para desarrollar una actitud justa o libre frente a las
influencias del tiempo. Es decir, debe volverse más consciente del mundo más
sutil conectando su mundo, que vive a través la dominancia de los límites
físicos, con las influencias
interactivas electromagnéticas de las energías. Engloban, jerarquizan y
unen diferentes gamas de fuerzas etéricas, astrales-emocionales, mentales o
informáticas inteligentes y espirituales según la naturaleza de sus relaciones.
El ser humano tiene la posibilidad de crear este campo más amplio de libertad que le permite comunicar o contemplar
los fenómenos del tiempo, de ser uno con ellos como si formaran parte de sí
mismo. Es su diferencia con los otros reinos de la vida planetaria.
La comunicación contemplativa
abre la vía hacia una clase de diálogo por
la cual los elementos (las elementales-o partículas
inteligentes- del aire y de las nubes) de la naturaleza y los principios
espirituales allí adheridos, pueden tomarse de la mano sobre el plano etérico
para guiarlos hacia una manifestación más armoniosa o más luminosa en el
conjunto. En las relaciones justas se
encuentra el secreto de los milagros de la vida o la maestría de sus fuerzas.
Desde que era joven fui atraído naturalmente
por el tiempo y experimentaba a menudo una interacción con él. ¿Es por eso que
mi hermana, un día me dibujaba como chaman?
Mi mujer y yo, nos damos cuenta que siempre nos acompañan las mejores
condiciones climatológicas. Es notable sobre todo cuando viajamos. El mejor
tiempo no quiere automáticamente decir sol, o no lluvia, sino el tiempo que nos
ayuda a tomar las mejores decisiones en el plano de la evolución
planetaria. Pero, eso no siempre corresponde
a nuestros pequeños deseos y preferencias personales.
La relación hombre-clima no aparecía claramente en el pasado debido al desdoblamiento del espacio (atmósfera) del
tiempo (regularidad de los ciclos) y la intensidad energética (interacciones de
las fuerzas cósmicas). En el último ciclo solar, que está terminándose, el
mundo sutil de las energías etéricas se encontraba, para nuestra percepción,
como separado del mundo denso físico. Así, el ser humano moderno ha olvidado en
gran parte las implicaciones de su relación con la naturaleza. Se convirtió más
bien en un incrédulo en cuanto a su influencia sobre las condiciones
climatológicas.
Pero cíclicamente, como actualmente, hay un ajuste y una regularización
cósmica que se establece. Revelará progresivamente las influencias positivas y
negativas del ser humano sobre el clima según su conciencia o inconsciencia.
Efectivamente, estamos entrando en un periodo donde diferentes ciclos cósmicos
se unen a los ciclos planetarios y solar.
Todo nuestro sistema solar entró en un movimiento de transición para
adaptarse al conjunto de los ciclos cósmicos. A causa de eso (expansión del
universo) el sol absorbía antimateria el 5 de enero 1989 alrededor de las 8 de
la mañana. Desde entonces tenemos el sentimiento de que el clima se incorpora
cada vez más a la conciencia o más bien la inconsciencia humana. Parece
evolucionar cada vez más paralelo con las tendencias de su comportamiento. Ya
desde hace tiempo habíamos experimentado interiormente que todo lo que nos
rodea está muy vinculado a lo que hacemos y queremos. Esto tanto en el sentido
positivo que negativo.
A medida que seamos conscientes que cada instante del presente tiene un potencial “no limitado”
podemos elegir una intervención en nuestro entorno más constructiva, positiva y
pacificando. El despertar de la conciencia sobre la naturaleza de nuestras
relaciones nos permite efectivamente de abrir el horizonte de los efectos de las
intenciones de nuestro comportamiento y de elegir
relaciones más justas y armoniosas en el desarrollo del plan de evolución
del conjunto del planeta. La que vale para nuestras relaciones interhumanas
vale también para todos los niveles ambientales de nuestra vida.
Efectivamente, sobrepasar las fuerzas ciegas de fatalidad que
encontramos depende de la capacidad de nuestra conciencia para entrar en una “comunicación
solidaria” con ellas. Permite indicar y expresar en nuestro
comportamiento un horizonte de relaciones más abiertas o un contexto de
transformación más acogedor, harmonioso y positivo que un desarrollo fatal que
nos impone su dominancia ciega. Esta
comunicación va por encima de la comprensión científica de las relaciones
mecánicas de estas fuerzas entre sus causas y sus efectos.
Se trata de
una transformación de la cualidad de las
relaciones creando un apertura más amplia y entonces vemos un campo con un
horizonte más completo que el percibido a primera vista. Da al potencial de las
fuerzas que se presentan más posibilidades de relacionarse de una manera más
armoniosa, aumentando la posibilidad de intercambios. Es como un cambio en las
informaciones establecidas dentro la polaridad que se manifiesta proyectando informaciones más inteligentes
y justas en la evolución del conjunto.
Efectivamente,
cuando un polo cambia, el otro cambia también. El efecto es la aparición entre
ellos de una zona libre (vacío
relativo). Disminuye, hasta neutralizar, la tensión de la polarización
existente para transformar la energía liberada hacia la realización de una posibilidad más acogedora, armoniosa y
positiva que el desarrollo inicial fatal. Es el principio del “ho'oponopono”. ¡Mejoremos
el mundo empezando con uno mismo!
El secreto de esta transformación depende de
la calidad relacional (armonía-confianza-visión del conjunto) de la información
puesta a disposición para la transformación. A su vez depende de nuestra
conciencia sobre el potencial de las fuerzas atañidas en el momento presente de
la evolución del conjunto. Es también el
secreto de la fusión. No se trata solamente de una cantidad de energía que
debe generarse en un nivel de unión superior, sino sobre todo de una cualidad vibratoria, superior (etérico
sutil) a la cantidad de energía expresada en el instante presente. Parece aún
escaparse del mundo científico que el salto
cuántico es más que un salto mecánico. Es un cambio de la cualidad
vibratoria de las energías en un campo energético, a su vez más amplio e
integral y a su vez más sutil.
Es como ofrecer informaciones más inteligentes a estas fuerzas, indicando una
alternativa o un horizonte de realizaciones más amplias, en cual las relaciones
de interactividad sean mejor situadas o más justas en su contexto.. El efecto es la sublimación de
las tensiones de polarización por medio de la creación
de un campo intermedio, mediador de
energía libre. Esta energía tiene el potencial de mencionar y estimular una
liberación de unión de naturaleza superior a la polarización existente. Es así como
el ser humano puede intervenir para elegir relaciones más elevadas. El doble
arco iris nos parece hasta-allí uno de los símbolos lo más eminente de este
salto cuántico, uniéndonos con el mundo de las energías más sutiles e
integrales.
Nota: un
día un doble arcoíris se manifestaba justo encima delante de mí. Me encontraba
como en su centro para darme un signo de seguranza al hecho que nos hacía falta cambiar de casa
para bajar al valle.
Otra señal
es mencionada más abajo con respecto a la apertura de la llave de Roma.
Ese es el
camino de la paz duradera por la armonía. Es la alternativa para el paradigma
de división y exclusión que hasta ahora dominaba
nuestro viejo camino y estilo de vida. Que realizaba una armonía muy limitada
con una paz muy frágil, sobre todo por la continuación de las tensiones y
polarizaciones de conflictos. Los conflictos son, como los huracanes, las
tensiones causadas por nuestra ignorancia de ver las relaciones justas de
nuestras acciones, de los acontecimientos y de sus elementos en su contexto
integral.
Este
nuevo paradigma del dinamismo mediador de la armonía es la condición
fundamental para crear relaciones más justas, más pacíficas y más
constructivas.
Ejemplos:
Las
primeras veces que veníamos a Irún, hace más de 10 años, casi siempre había lluvias
torrenciales, tanto que nuestra llegada se asimilaba a la lluvia. Es verdad, mi
signo astrológico es Acuario. Indica “portador de agua (agua = luz espiritual)”
que aporta luz al mundo para ver aparecer el sol del despertar de la conciencia
del grupo por la solidaridad fraternal. Efectivamente, por la lluvia nuestra
atención no se dispersaba en la belleza de este país verde sino que nos
incitaba a encontrarnos más a dentro y más cerca uno del otro.
Progresivamente
cambiaba, aunque la lluvia no permanece nunca lejos. En la última visita en
mayo, las previsiones del tiempo no eran muy favorables, pero tenía confianza plena.
Después de un trabajo intenso de armonización en el centro Sarkanda, el viernes
y el sábado, el domingo había un sol radiante. Era
el momento de salir a la naturaleza como lo había presentido. Pues pasamos un
día radiante en las montañas alrededor de Irún para descansarnos e intercambiar
el fruto de nuestro trabajo con el entorno. Estos momentos se presentaban como
una coincidencia de abertura ideal para la comunicación de las energías de
nuestros cuerpos sutiles con las intensas transiciones en las esferas de la
tierra. Pues, no eran necesarias muchas palabras y
explicaciones sino de la escucha del medio ambiente dejando trabajar nuestros
espíritus como semillas de purificación para lavar las atmósferas de la tierra.
Al mismo tiempo nos cargábamos de nuevas energías. La luz muy intensa y blanca
del sol nos ayudaba.
Quizá
algunas personas esperaban otra cosa que de hacer pequeñas baladas para admirar
simplemente el ambiente y los caballos que pasaban (simbolizando la conexión
con el otro mundo), de relajarse, de hacer picnic, de cantar y bailar. Pero el
salto cuántico pide respetar el ritmo exacto para permitir la conexión del intercambio. Pide un progreso adaptado en el tiempo
y entonces paciencia para permitir a las resistencias de las ondas de la
materia adaptarse a las ondas del espíritu que no conocen los mismos límites.
Es
la razón por la cual el caracol es el símbolo de la elevación espiritual. (crop
circle 17.O7.2002 Wiltshire, Pewsey White Horse). Simboliza una aceleración
hacia el interior al mismo tiempo que una apertura hacia el exterior para que
los dos tengan la posibilidad de encontrarse y armonizarse a los distintos
ritmos de cada momento y cada elemento encontrado.
Tengo
un libro de Ramón Menal Royes: La vida es un juego (charlas en el programa El
suplement de Catalunya Radio 2004-2005 Ediciones Abraxas. Habla también en su
capítulo sobre las visualizaciones, de la lluvia durante sus conferencias y los
cambios que se puede provocar.
Otro
ejemplo. Un día estaba en la casa de mi hijo en Borgoña (Précelles, Pas de
l’âne-Paso del asno, significando lugar
que ayuda avanzar para salir fuera de la ignorancia). Veía acercarse una
tormenta de carácter mini tornado. El cielo ante mí era muy negro y mostraba
señales de vientos violentos. Sin embargo, una confianza total me invadía. Era
como una parte de su fuerza entraba en mí.
Me permitía estar más en unión con la amenaza. Me hacía pensar en ella: cálmate,
distribuye tus fuerzas destructivas, es mejor así. Y la tormenta se rompió
suavemente en dos partes y causó solamente algunos daños menores sobre el viejo
techo del vecino. En situaciones similares a menudo me viene la imagen de
Moisés y la apertura del Mar Rojo.
Otro
ejemplo: con respecto de Roma-Amor esta mencionado más adelante.
Estas experiencias nos mostraban que podemos
aplicar la misma actitud cuando nos encontramos frente a una persona dominante,
agresiva, cerrada o enferma. Podemos entrar en las tensiones de la polarización
reforzándolas o acercarnos a ellas con confianza, dispuestos para ir más allá y
mostrando una alternativa en cual el otro puede descubrir una mejor situación
que aquélla que se había imaginado hasta entonces.
En realidad, aparte de la confianza, se trata
de un comportamiento de compasión y de
perdón más allá de juicios, reproches y exclusiones. Compasión es venir a
la altura del otro guardando sus propias fuerzas positivas, aceptando (el
perdón) que el otro es diferente. Para eso es necesario incluir que el otro se
encuentra en la tensión de una experiencia que es el efecto conscientemente
elegido o inconscientemente provocado para aprender a superar límites o
bloqueos.
Lo que vale en el sentido positivo, vale
también en el sentido negativo. Si actuamos conscientemente o inconscientemente
en nuestras relaciones con una actitud de rechazo y de exclusión actualizada
por acciones negativas, es decir, no en
el sentido positivo de la evolución armoniosa del conjunto de la vida, se
siguen de manera inevitable efectos
fatales y destructivos. Nuestros rechazos, miedos, excesos, exclusiones y
divisiones crean y aumentan turbulencias fatales. No tienen sólo efectos dentro
y en torno a nuestros cuerpos. Sino que también crean acumulaciones de tensión
en las diferentes atmósferas terrestres y más allá. Llegado el momento se vuelven
hacia su origen o causas, nosotros mismos. En ese momento, el cielo nos cae
sobre la cabeza y nos volvemos nuestras propias víctimas.
La lección que nos falta aprender de todo eso es
que hay una relación innegable entre el tiempo (meteorología y clima) y el ser
humano. La calidad de nuestras acciones humanas es el reflejo de la
conciencia de las relaciones más o menos coherentes y armoniosas que mantenemos
con nosotros mismos, con los demás, nuestro entorno y más allá de él.
Contribuyen, al menos indirectamente, a la estabilidad, las variaciones y los
cambios de nuestro ambiente atmosférico. Sus influencias pueden aumentar o
disminuir las tendencias naturales hasta conducirlas a excesos. Todo es uno e
interactivo. En este sentido no se
crea nada y no se pierde nunca nada.
La masa de sus acciones incoherentes genera una acumulación de energías similares en
las atmósferas de la tierra. Se añaden a la masa crítica de tensiones que ya son
el efecto de los grandes cambios planetarios y cósmicos actuales. Provocan más
y más rupturas de protección (densidad magnética, ozono…) e interferencias
revolucionarias (el
niño,
huracanes…) en la atmosfera sino también aumentan las tensiones en el interior
de la tierra. En el sentido positivo, cuando se dice que “el amor puede
desplazar montañas”, no es irreal.
Esta situación de acumulaciones de tensiones que
se liberan repentinamente corresponde totalmente al proceso de la enfermedad del cáncer en el ser humano. Fuertes golpes,
fuertes inhibiciones y desgarramientos repetidos se acumulan y perturban el
equilibrio entre las distintas capas sutiles (físicos, emocionales, mentales,
espirituales) de nuestros cuerpos. Si no se liberan mediante un trabajo consciente,
nuestro cerebro programa su liberación con un desarrollo desenfrenado de
nuestras células en las zonas los más receptivas o más escasas de nuestro
cuerpo en relación de sus capas (sistema de neutros entre las polarizaciones).
Estas capas se reflejan también en las 8 capas atmosféricas planetarias.
Nota: extracto de la
nueva astrología cósmica.
Falta saber que el
signo astrológico de Cáncer representa la reconexión del presente con la unidad
de la fuente para sobrepasar la polarización y separación aparente de lo manifestado
en la forma individual. El reajuste de las relaciones de las formas
individuales en el contexto del conjunto es la base de la conciencia del grupo, de la conciencia
colectiva y finalmente del omniconsciente
divino.
A nivel cósmico entramos en la fase final del
ciclo cósmico de la era de Piscis que debería terminarse hacia la era de Sagitario (el final de la oscuridad del
mundo) del ciclo planetario (desde 5.000)
El sol se encuentro actualmente en el ciclo pleyadiano
(10 precesiones o + 250.000 años) al final del signo del Cáncer (con ascendente
Capricornio, la luz de la iniciación que conduce hacia la ascensión).
Acaba de recibir el 5 de enero de 2014 hacia 8 h
de la mañana, la energía cósmica (libre) de reajuste en forma de antimateria
para purificar uno mismo para poder intensificar su reacción atómica y
adaptarse con todo su sistema planetario a las condiciones más propicias para el
desarrollo de la conciencia colectiva y cósmica.
De esta forma el sol y su sistema se prepararon
para entrar en las energías o la luz de los intercambios de Géminis. Revelan el origen de
las oposiciones o de la dualidad que es la base de toda manifestación y la
relación entre espíritu y materia (forma). Con el apoyo de las energías
ascendentes de Sagitario, el conjunto puede dirigirse hacia la unión con la
causa del universo. Esta unión es el objetivo del potencial de la fuente
creadora (alfa). Consiste en la elevación de la conciencia de la masa
inconsciente (Cáncer) hacia la conciencia de grupo (signo de Acuario) que comienza
a estimular la vida sobre la tierra. Luego este proceso conducirá hacia la
conciencia colectiva planetaria y cósmica que revela el destino cósmico de la
humanidad (el punto omega del Gran Atractor, el Transformador de la Fuente).
Atraído por este potencial, el ser
humano descubre el camino de su ascensión que lo conduce hacia la vuelta a la
casa cósmica del Padre y al Principio Creador, transformado en, por y con él
mismo. Así el ser humano incluirá la naturaleza de las fraternidades cósmicas
acercándose a ellas, como diferentes escalones sobre la escala de las
experiencias de emanación divina del Principio Creador Único y Universal.
La ley de la
polarización o de complementariedad “opone”
la masa crítica más densa, material y ciega de las tensiones energéticas,
acumuladas en las atmosferas de la tierra, al potencial de la masa crítica de fuerzas espirituales que se forman alrededor la
humanidad. Esta tensión está en la base de las aperturas o del despertar de una
conciencia colectiva e interactiva. La liberación de este potencial de energía
de armonía nunca a existido hasta ahora. Se trata de la liberación de la
energía de armonización al nivel de igualdad, libertad, fraternidad y
solidaridad. Su poder mediador y
transformador es capaz de sobrepasar los efectos fatales y apocalípticos
que están generándose al nivel del clima y la transformación actual del
planeta.
Nota: la conciencia de
esta posibilidad, que está en marcha, puede contradecir las previsiones
catastróficas de Edgar Cayce o también actualmente de Matías di Stefano
(iniciados de Atlántida) o de otros clarividentes..
El crecimiento
desenfrenado de la población mundial, sin que haya una verdadera toma de
conciencia de solidaridad planetaria, parece reforzar estas fuerzas ciegas.
Tienen ya cada día más impacto en la evolución del clima del mundo y cuestionan
la supervivencia sobre la tierra
cada vez más. Este crecimiento es estimulado por las falsas astucias y artificios
de un crecimiento económico ciego e irresponsable, puesto que agota
prematuramente los recursos planetarios y causa aún más desigualdad e
injusticia, sumisión y dependencia, divisiones y exclusiones en la familia
humana.
Estos artificios proyectan “fatuas morganas” de posibilidades
con respecto a la verdadera felicidad de
una sociedad que tendría las
posibilidades de un consumo sin límites. Esta demasiado dividida para ver la
realidad de frente mientras que conduce hacia la destrucción de las selvas, de
las zonas rurales, hacia los problemas de contaminación del ambiente vital,
hacia la acumulación de colas de transporte, hacia la extensión desenfrenada
del hábitat con sus templos comerciales, cada vez con mayores excesos (Dubái….)
Son tantas cuestiones que contribuyen a su vez a la desestabilización del clima que ya conoce más y más zonas inestables debido al
cambio de la polarización terrestre. Pasa la misma cosa en la sociedad humana.
Se fractura cada vez más.
Nota: La humanidad, sobre todo sus dirigentes, no
han comprendido que el ser humano dejó la fase de su infancia mental y ya se
volvió adolescente. La realización de la adolescencia (18) es el final de la
necesidad de crecer. El final de su crecimiento físico pasó 25 a 18 años. Un
crecimiento excesivo plantea problemas. Los animales y las plantas se adaptan
naturalmente. La masa de los humanos esta mantenida en la mira de poder ir más
allá sin respetar las normas de la armonía de la vida.
Hay personas o grupos
que piensan poder remediar los problemas. ¿Pero cómo? Por ejemplo: por los
chemtrails o el proyecto HAARP. Estas tentativas, más bien oscuras, nos parecen
dar instrucciones más bien del lado negativo. Nos parecen extremadamente
aventuradas y peligrosas por falta de conciencia y de conocimiento sobre las
interacciones energéticas cósmicas y planetarias.
Intentar influir sobre
el clima por deseo egocéntrico o para intereses particulares crea
inevitablemente distorsiones en las energías de la tierra. Eso aumenta los
riesgos de catástrofes y destrucciones. Sus efectos negativos darán la vuelta
finalmente a su origen. Es la ley del
equilibrio de las relaciones que regula toda manifestación sobre todos los
niveles del universo.
El destino de la
humanidad dependerá de nuestra elección de crear relaciones más justas,
positivas y armoniosas, no solo entre nosotros sino también con nuestro
entorno. Es emitir por nuestros actos,
pensamientos y voces (palabras y música), vibraciones sonoras que nos acercan del equilibrio del universo.
Relaciones más justas tendrán un efecto positivo sobre los cambios
climatológicos fatales y nos acercan de nuestro verdadero carácter divino y sus
realidades.
Terminemos por un ejemplo muy reciente
del 14.2.2014 y del 15.06.2014 relativo a acontecimientos recientes: la
abdicación de Benedicto XVI en Roma y la activación del Vaticano por la energía
Roma-Amor para abrir las puertas del cielo en la tierra bajo el impulso de Matías
di Stefano. Ahí tienes el texto del blog: el camino harwitum (http://elcaminoharwitum.blogspot.fr/p/romaamor.html):“Tras la armonización de la Plaza San Pietro, la Activación del Puente
de Castel Sant'Angelo, el impulso del canto en Plaza San Pietro durante el
Angelus del Papa Francisco, las danzas para integrar Femenino y Masculino
(Vesicapiscis y Obelisco), la Activación del Panteón Romano... tras todo ello,
al volver a la tarde para girar la Gran Llave, estando frente al Vaticano,
varios pudimos presenciar una respuesta del Cielo, haciéndonos saber que
estaban allí presentes, y que también éste era su trabajo: un enorme rayo hizo
temblar todo el suelo al caer frente a nuestros ojos en la cúpula de la
Basílica de San Pedro.
Tal como habíamos dicho, un 11 de Febrero de 2013 cayó un rayo el día
en que el Papa Benedicto XVI abdicó, y ahora, uno nuevo caía con toda nuestra
frecuencia.
La muestra fue clara,
pues a los instantes de caer el rayo, el sol comenzó a salir detrás del
Vaticano, dejando ver frente a la Basílica, encima de la Ciudad de Roma, un
doble Arco-Iris, el cual se replicó en varias ciudades del mundo conectadas con
nosotros en ese mismo momento, así como en Catania, donde la danza del Corazón
Unido se detuvo al ver los doble arco-iris, y al temblar el volcán Etna, el
cual ese día volvió a entrar en erupción: el Motor del cual había hablado se
encendió.
La Divinidad y la Magia nos mostró lo cerca que están de nosotros si nos la
permitimos ver y disfrutar”.
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