Parte 4/1: Concreción de la vía del ascenso del ser humano.
Hemos comprendido que vivimos una GRAN TRANSICIÓN PLANETARIA que afecta a toda la vida que contiene. Es un ajuste de nuestras dimensiones y relaciones de vida. Entre otras, debe conducir, el ser humano hacia un ajuste físico/energético (ADN y otros) que facilita una nueva unión cuerpo-alma-espíritu. Se trata, visto del plan sutil iniciático, de un proceso de armonización guiado por el Espíritu Instructor del Mundo. Orienta toda la humanidad hacia la unión en el Mismo Espíritu de Verdad del Principio Inteligente (o Logos, Verbo o Sonido inteligente) del origen de la creación.
El ajuste entre cuerpo-alma-espíritu requiere un cambio de nuestra vibración energética/espiritual. Esta vibración depende de nuestro ritmo y forma de vivir, de alimentarnos, de expresarnos, de pensar y de relajarnos. Las viejas prácticas, creencias, prejuicios e ideas arraigadas sobre responsabilidad, deberes y derechos, trabajo, productividad, crecimiento, monopolios y exclusividades deben transformarse para "liberar el potencial de cada uno para que pueda actuar para el bien de todos mediante la armonización de ideas, palabras y actos en el respeto del equilibrio del dinamismo de unión (el alma) entre el cuerpo y el espíritu de todos".
En las últimas décadas, varias escuelas han creado muchos ejercicios, remedios y prácticas, más o menos espirituales, para estimular la armonía cuerpo-alma-espíritu. También hay el redescubrimiento de nuestro cuerpo de unión o Merkabah. Así que diferentes métodos, muchos de los cuales provienen de la sabiduría y de los conocimientos antiguos, a menudo son revisados para facilitar su acceso. De este modo, sin duda contribuyen a liberar el potencial espiritual de cada uno, sobre todo cuando sus efectos perduran en la vida en cualquier momento. La búsqueda de actuar para la unión de nuestros cuerpos de encarnación se ve también "ampliarse hacia la unión consciente con los demás". Ofrece una nueva perspectiva de esperanza. En este mundo cada vez más deprimido por las divisiones, hay una necesidad cada vez mayor de equilibrio y unión más allá del individuo.
La finalidad de todos estos métodos es dar un paso atrás enfrente las condiciones materiales para que no nos dominen más. Por último, el objetivo es que el mundo material sea el soporto al servicio de la liberación de la evolución de nuestra espíritu. Por ejemplo, la meditación es en realidad una capacidad fundamental de la presencia permanente del ser humano en una realidad más amplia que el mundo de la manifestación. Es una actitud de "no estar dominado" por las apariencias del mundo material, que permite estar conectado con las informaciones que vienen de mas allá del dinamismo creativo del alma. Es decir, ser libre en medio de los acontecimientos materiales que se presentan en el flujo del tiempo presente, permitiendo en conciencia hacer la mejor elección para actuar.
En este sentido, necesitamos un cambio en nuestra actitud de pensar situando toda la información en su servicio para la perfección del conjunto de la vida. Habrá que superar las juicios que hasta ahora han provocado las divisiones en nuestras vidas y limitado la evolución de nuestra naturaleza espiritual y divina. Todos los aspectos de la vida se ven afectados, ya que todos están sujetos al funcionamiento de división del pequeño mental humano que, por falta de luz, causa incoherencias, problemas y conflictos.
Tenemos que crear un nuevo marco en el que las tres dimensiones (física, emocional, mental) inferiores de uestra vida se ajusten en una dimensión superior de acuerdos de relaciones dinámicas y armoniosas de unión. Tendremos que abandonar lo que no se puede ajustar. Hemos visto que la transición implica trabajar más allá de la dualidad mental entre análisis y intuición, pero del nivel superior o supramental, capaz de unir ambos aspectos del funcionamiento mental en un enfoque global.
Para lograr esta visión global, debemos reunir todos las informaciones del contexto vital, ponerlas juntos para poder descubrir su sentido constructivo y nivel interactivo de servicio que pueden prestar a la armonía del conjunto. Esto implica poner en tela de juicio las creencias, las evidencias y los conceptos establecidos sobre la base del valor constructivo de sus relaciones. Es como reunir y ajustar todas los elementos necesarios para construir toda una casa armoniosa. Ya no se trata de dominaciones o de sumisiones, sino de llegar a un acuerdo sobre la evaluación correcta al justo nivel de su servicio por el bien de todos.
Por lo tanto, se necesitan nuevos acuerdos para expresar los valores materiales y espirituales de la vida y el sentido de su evolución en las relaciones humanas. La ascensión de la humanidad exige un ajuste de nuestras actitudes de tal manera que las relaciones entre individuos, colectividades y el medio ambiente sean más correctas o armoniosas. Tenemos que empezar por las dimensiones inferiores, para poder liberar la nueva conciencia de unión que es la base de esta ascensión.
Así hay cuatro dimensiones que piden el ajuste de nuestra actitud en nuestras relaciones:
1. El nivel material, físico o formal de la vida.
"Actuó según lo que yo quiero “tener", actitud que refuerza la desigualdad humana.
. El nivel de sensibilidad de la vida según la ley de la atracción y repulsión.
"Lo persigo y según que yo lo quiero", una actitud que pone en peligro la libertad humana.
3. El nivel de fuerza inteligente de la vida.
"Actuó así como me interesa a mi", actitud que amenaza la unión fraternal.
4. El nivel de armonía de los acuerdos entre las diferentes dimensiones de la vida.
"Digo como yo lo entiendo", una actitud que rompe la solidaridad.
Estos ajustes hacen pensar en las palabras de Sócrates: "Conócete a ti mismo". Con ello quería indicar que hay que ir más allá de los conceptos del mental concreto humano. Reduce la realidad a las evidencias de las apariencias y la fijación de creencias. En este sentido, se refirió a la iniciación espiritual del requerimiento de Delphi: "Si encuentras que algo está mal en el mundo, pregunta: ¿Qué debo cambiar en mí?" No sólo podremos transformar el mundo a partir de la materia, sino a partir de nosotros mismos como espíritu. Hacemos parte del mundo, y basta con que un pequeño número de personas cambien para cambiar el mundo. (EL SECRETO DE LA MESETA DE GIZEH. Dr. Claude SALVY: https://salvyclaude.wixsite.com/secretdegizeh)
Examinemos
estos
ajustes más
detenidamente. P.4/2
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