Anteriormente el centro vital de la tierra, el ombligo, se encontraba en Etiopía (significa: quemado por el sol, debido al paso de un bólido extraterrestre?) en la zona del río de Hawash (el sonido del agua soplada). Es en esta región que los orígenes de los homínidos fueron localizados en un ambiente a la flora y fauna más rica del mundo. Un impacto extraterrestre lo habría desplazado por debajo de India en el Océano Índico (significa tierra inundado),un lugar de Pangea, tierra de los continentes unidos. Dio nacimiento a la deriva de los continentes (al principio muy rápido, luego al retrasar naturalmente, lo que pide rectificación de fechado científico!) y a los famosos rifts oceánicos que forman un corazón y el debilitamiento de las tierras para una gran parte desaparecidas más tarde en el Océano Pacífico. Es este lugar que podemos llamar la puerta del mal por los desfases provocados. En verdad, este cambio a permitido la perfección de raza humana. El mal se sitúa actualmente sobre todo al nivel del comportamiento humana de división entre espíritu y materia.
Encontramos el esquema paralelo también en el ser humano: con el ombligo (fuente vital antes de su nacimiento) y luego el hara (de los japoneses) 3cm debajo, nuestra puerta del mal que abastece nuestros acondicionamientos (límites) pero empuja al mismo tiempo a sobrepasarnos sobre el diafragma para liberar la energía de amor de nuestro corazón. La gran barrera en el cuerpo humano es su diafragma que tiene el corazón encarcelado por falta de respiración íntegral.
Encontramos el corazón de la tierra sobre el dibujo adjuntado como la flor de Pascuas, el tulipán (evocando la copa del Gríal), que se abre alrededor del Mediterráneo (// política de la Unión para el Mediterráneo). Observemos la línea vertical de demarcación sobre la gran barrera, Jerusalén-Ankara-Crimea, que centraliza toda la evolución del problemática mundial.
Actualmente la tierra es avanzada a rectificar su inclinación y de responder a la atracción de las corrientes cósmicas originales por fin de permitir realizar un nuevo ciclo de unión y armonía para la vida sobre tierra. Se manifiesta en la crisis actual entre el orden del viejo mundo y el orden más coherente, bonito y unificado o armonizado del orden nuevo que puja a ponerse en su sitio. No queremos mencionar los cataclismos sino el hecho de prepararnos a una gran flexibilidad hacia los cambios ineludibles como efectos, entre otros, del cambio magnético y del eje de la tierra.
Todo es una evolución continua. Él es necesario saber leer el libro de la vida a través de las señales para incluir las indicaciones de la evolución de la intención sustentante. Afortunadamente, el espíritu humano a la capacidad de ser con anticipación a las manifestaciones y de no ser víctima de su inconsciencia e indiferencia. La vida es una resurrección eterna de la luz de despertar a la conciencia, su verdad y sabiduría, no aún reveladas porque no aún reconocidos.
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