Los diferentes niveles de intermedios espirituales
Por el efecto de fotosíntesis los vegetales transforman energía cósmica de luz en energía vital. El proceso de síntesis de energía es la base del despertar de la conciencia que encontramos en el ser humano. Así, el mundo vegetal está más directamente conectado con el mundo etérico del espíritu y tienen un impacto más directo en el reino animal y el reino humano. Este impacto parece a través de la signatura o la semejanza con elementos de estos reinos.
El dinamismo de la energía intermedio del perisprit de los vegetales pone en marcha el mecanismo de la ley de la selección por los principios inteligentes de la atracción-afinidad- inclusión y de la repulsión-incompatibilidad-exclusión de la energía cósmica. Es la luna que dirige el mundo vegetal y sentimental.
La selección permite dirigir el potencial energético atraído del universo en una dirección de crecimiento y de acumulación para elevarse y perfeccionarse. En eso también hay el origen del fenómeno de grupos familiares y de la simpatía o antipatía.
Por la relación más directa de los espíritus con las plantas funcionan como principios de cualidades esenciales del reino animal y humano. Las esencias florales (como de Bach) son una aplicación de esto. Por tanto que estos espíritus pueden manifestarse, tienen formas etéricas sutiles que semejan al reino humano. El reino inferior en la escala de conciencia es animada por el reino superior hasta el divino que anima al todo. En cada marcha el perisprit tiene más intensidad, movilidad y concentración que atrae de la marcha superior. Este aclara la tendencia del ser humano de ser dependiente de lo que se muestra como más fuerte, más grande, más espectacular, más inteligente o más espiritual aunque no es siempre verdadero o una prueba de conciencia elevada.
Este segundo nivel hace la conexión entre el subconsciente y el inconsciente. Si el subconsciente es el terreno del automatismo de la programación fatal entre causas y efectos, el inconsciente ya se mueve al terreno psíquico pero sin ver o controlar las consecuencias de los hechos o actos. Parece un estado de desconexión al impacto del entorno como en una relajación o meditación profunda. Los sueños por ejemplo son su terreno o se dice que estamos en la luna porque parece que soñamos.
En estos estados no nos damos cuenta que no estamos en la misma onda que el otro. Entonces esto puede molestar a nuestras relaciones. En concreto, quiere decir que tenemos por inconsciencia la tendencia de eliminar todo que no es según nuestra sensibilidad o visión o le que nos domina. Reducimos así nuestra realidad a una realidad que muchas veces no es la nuestra pero de ídolos o de una mayoría atractiva dominante. Cuantas veces decimos: todo el mundo hace así. Debilitamos pues nuestra sensibilidad.
Estos fenómenos de vivir fuera la realidad global conducen a vivir fuera el presente, sea en el pasado, sea en el futuro, adelantando ideales virtuales del futuro como ya realizados en el presente. Así no vivimos en la unión de una consciencia holística. Por eso, nuestra realidad se llama maya (una gota del mar o del universo que imaginamos como el todo). Es solo un imagen entre todos los imagines posibles que tomamos como la verdadera realidad. La palabra maya de los indianos de sud-america viene de los Mayaab, que quiere decir : “Los no muchos”. Así nació la identidad Mayaab. Maa = no, yaab = muchos.) Maya es en realidad un pequeño mundo del todo.
A este nivel vegetativo no hay posibilidad de mesurar el impacto de nuestras relaciones porque no nos damos cuenta del impacto de nuestro propio psiquismo. La fuerza que desarrollamos queda ciega, fuera de nuestro pensar consciente. Quiere decir que los pensamientos pasan y mandan señales inteligibles que no están reconocidos por nosotros y que traen otros. Pasan fuera la conciencia y pueden crear impulsos repetitivos volviendo en obsesiones irresistibles. Pueden estar el efecto de un deseo o percepción subconsciente (subliminal) quiénes nos llenan; una actitud de prejuicio implícito que corresponde a la búsqueda de alternativas o que corta esta búsqueda; un proceso de aprendizaje (procedural) quién nos conduce hacia un resultado siempre mas exigente. Podemos decir que nuestra atención se pierde en el hecho o en nuestro objetivo en lugar de aclarar el espíritu. Por ejemplo: el intentar poseer lo que nos atrae. Cada comportamiento en un sentido limitado de dependencia es comportamiento vegetativo que significa un frena al crecimiento de nuestra interactividad, de nuestra armonía, de nuestra libertad y de la elevación de nuestra conciencia.
Nuestras actitudes psíquicas inconscientes forman un hándicap importante en el ajustar de las relaciones humanas. Cuando nos damos cuenta que el cerebro humano utiliza solamente 10 porciento de sus capacidades, podemos imaginar el dinamismo enorme que es retirable de nuestras informaciones. Nos escapan y se pierden como elementos constructivos dentro de nuestras relaciones por nuestra inconsciencia o falta de luz y flexibilidad. El dinamismo vegetativo inconsciente de nuestras relaciones es la razón de mantenernos dentro nuestros costumbres y tradiciones y de reforzarlos por falta de ver la necesidad de renovarlos. Es unas de razones que nuestras relaciones no responden de manera justa a las necesidades del contexto actual de la vida.
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